EL CAMINO MAS LARGO
Solo miraba pasar las muerte por entre mis ojos, quien iba a pensar que moriría a los tan solo 75 años, en esta vida aprendí que “maduramos con los daños y no con los años”, solo recuerdo aquel día que te vi estabas en ese pequeño bar-café, tomabas un capuchino, en tu cara se reflejaba el cansancio y el estrés de aquellas dos criaturitas que tenias a los lados, eran gemelos toca resaltar; pelo liso, piel blanca y ojos verdes: Juan y Camilo.
Así que con temor decidí cruzar la calle y platicar un rato, al tiempo de conocernos un poco mejor y de tener una confianza establecida decidí invitarte a comer algo.
¡Ay….ese día fue inolvidable!
12 de marzo de 1990
Ese día de almuerzo me lo tome como una “cita”. Me contabas un poco acerca de tu vida; de las cosas que nos pasan a nosotros en la sociedad, también del imbécil de el papa de los niños quien era un zángano que se marchó y nunca volvió ni siquiera para echar un saludo a sus hijos ni tampoco responder por ellos.
Fríamente me contaste algunas cualidades de Juan, el hermano mayor quien tiene diez años, estaba en cuarto de primaria, gustaba de los deportes extremos como ciclismo, motocrós, parapente, y de grande quería ser el mejor deportista del mundo, Camilo era el hermano menor tenía sólo ocho años, estaba en segundo de primaria, al contrario de su hermano no le gustaba mucho el deporte pero amaba las matemáticas y quería estudiar ingeniería civil,
Juan y Camilo pelean mucho, pero, peleas típicas entre hermanos.
Desde que los vi sabia que eran distintos cada uno como agua y fuego, el bien y el mal, carga positiva y carga negativa. Poco después tocamos el tema del amor y note que teníamos cosas en común, no estaba la persona indicada para cada uno, las relaciones establecidas años a atrás eran pasajeras y no duraderas; la verdad era que “No teníamos la media naranja”
27 de mayo de 1992
Melani…Recuerdas aquella vez que no casamos el 12 de abril del 1994, lo único que recuerdo fue cuando el padre preguntó:
-tu Manuel aceptas a Melani como tu legitima esposa, amarla y respetarla en la cura y la enfermedad...
-acepto! Dije con seguridad y el corazón en la mano.
Desde aquel día me hice una promesa a mi mismo de solo tener ojos para ti, de que fueras tú mi único amor y que la familia en cada decisión iría primero.
24 de diciembre 1997
Ya tengo poco tiempo de vida puesto que esta enfermedad está acabando conmigo y no quiero que me vean morir, Amor solo te pido un favor. Allí arriba voy a estar mejor con Dios y no quiero verte una lágrima en tus cachetes, vaya jamás pensé que el tiempo pasara tan rápido…
31 de diciembre 2000
Melani entre mis recuerdos favoritos esta el viaje a parís recuerdo que llegábamos cansados y agotados al hotel, conocimos cada rincón de parís marcándolo en nuestro folleto, la verdad quería ir contigo y los niños a la gran cuidad del amor.
Recuerda que la última noche en parís fue cena romántica acompañados de la noche estrellada, la hermosa luna llena, los vientos cálidos que rebotaban sobre tu rostro maravilloso y la gran torre Ifel.
Enero 11 del 2002
Ya solo me resta un mes de vida pero lo más importante que llevo son tus recuerdos, que me sacan una pequeña risa todos los días.
Enero 22 del 2002
Domingo en familia que bien la pasamos, los domingos no son de descansar son de juegos de mes, película, guerra de almohada o de partir al campo a hacer cualquier deporte o incluso un pequeño picnic, los domingos los mejores días de la semana.
13 de febrero 2002
Mi última escrito, recuerda que tu iniciabas las peleas y amaba verte brava y celosa puesto que lo provocaba esa era mi pequeña broma de casi todos los días.
Ten en cuenta que ya pasado demasiado tiempo y de que Camilo y Juan no son niños pequeños mira que Juan un deportista desempeñado y calificado como los mejores del mundo, ya cumplo su gran sueño, y en cuanto a Camilo un hombre con un hogar y una familia y un trabajo estable. por fin eres abuela de tu nieto Juan José. Melani tienes que estar orgullosa de tus hijos a los cuales yo hice parte de esa formación de valores y trate de ser como un padre para ellos.
Posdata te estaré cuidando y observando desde allá arriba.
En esos momentos Juan José entra al cuarto y ve a su abuela llorar y le pregunta:
-Abue, estas bien?
-sí, claro- Mientras una pequeña lagrima se estanca en las cartas.
-Juanjo es que extraño mucho a tu abuelo hace una año que murió, y lo único que tengo de él son estos bellos recuerdos y momentos que pasamos juntos.
Juan José con tristeza consuela a su abuela un pequeño beso en la frente y un gran abrazo rompe costillas.